El ayllu es un sistema organizativo que prevalece desde la época incaica en suelo altiplánico. Un territorio donde predomina la propiedad y producción comunitarias de la tierra y que puede abarcar una o varias comunidades campesinas. Según el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu(CONAMAQ), hay más de 4.000 ayllus entre La Paz, Oruro y PotosÃ. Y el filósofo katarista Fernando Untoja señala que mediante el jilakata este modelo andino ejerce su rol religioso, económico, polÃtico y administrativo.Cuando el conflicto ronda los ayllus, se activa la emergencia interna y éstos adoptan el calificativo de “rojos”. “Eso significa —establece Lino Villca— que los campesinos están preparados para cualquier ataque. Y si la situación es extrema, pueden llegar a ponerse su indumentaria más preciada: el poncho rojo. Esto sólo podrÃa darse cuando estalle una guerra. Sin embargo, hasta ahora, no hubo un lÃder que nos guÃe en todo esto, porque si no la revuelta de los comunarios puede ser fatal”.
Esta tradición tiene seguidores en las 20 provincias del altiplano, sobre todo en Camacho, Los Andes, Manco Kápac, Omasuyos y Pacajes. Y por ser una prenda excepcional, los ponchos rojos sólo aparecieron en los últimos tiempos por occidente durante la vigencia del EGTK de Felipe Quispe, en los años 80 y 90, y en los enfrentamientos entre campesinos y militares en Warisata, Achacachi y El Alto, entre septiembre y octubre de 2003.
“Esos dÃas fueron difÃciles —recuerda Poncio Choque—. Uno de nuestros hermanos murió en la lucha y el jilakata de mi ayllu nos dio la siguiente orden: ‘Entramos en acción si mueren dos más. Desempolven sus ponchos y armas’. Los compañeros pedÃan capturar turistas gringos para matarlos por venganza. En las reuniones también se llegó a plantear que se forme un grupo de choque para asesinar a varios ministros y luego beber su sangre. Uno no podrÃa creer todo lo que se planeó hace dos años”.
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