MALLKUMP TAWAQUMPI - EL CÓNDOR Y LA JOVEN

EL CÓNDOR Y LA JOVEN

Había una vez una familia que tenía una única hija. También tenía mucho ganado que los ayudaba a vivir. Esta familia solía ir a la cima del cerro con sus ovejas para que puedan pastar tranquilas. La hija se quedaba sola cuidándolas mientras sus padres realizaban otras actividades. Para pasar el tiempo, en esas largas horas en las que pastoreaba a los animalitos, la joven acostumbraba a cantar e hilar con la lana que las ovejas le proporcionaban.

Un día, como todos los demás, la chica se encontraba en las pampas del cerro realizando sus actividades cotidianas, cuando de pronto apareció un joven. Este tenía un peculiar aspecto, estaba usando un terno gris combinado con una chalina blanca. Realmente, una vestimenta muy elegante. Pronto, el joven empezó a merodear alrededor de la muchacha, tratando de lograr que esta se enamore de él. Halagaba sin parar la hermosa forma en la que ella hilaba, le recordaba lo linda que era y siempre buscaba resaltar alguna virtud de la chica.

Finalmente, y tras tanta insistencia, la pastorcita terminó por confiar en aquel engalanado joven que se le había acercado. Un día, él le dijo que, para variar, hicieran algo que no fuera estar sentados observando a las ovejas. Le propuso hacer una carrera para ver cuál de los dos era el más veloz. Pronto, estas carreras se convirtieron algo común entre ambos y empezaron a realizar otra clase de competencias, como ver quien tiraba más lejos una piedra o cual de los dos era más ágil. A pesar del entusiasmo con el cual la chiquilla participaba, el joven siempre resultaba vencedor en sus competencias.

Un día, el chico desafió a su compañera de juegos a correr cuesta abajo, pero cargándolo a él sobre su espalda. Ante semejante proposición, la niña empezó a reír, diciéndole a su amigo que él era demasiado grande como para llevarlo. Sin embargo, el muchacho seguía insistiendo hasta que ella no tuvo más opción que ceder y cargarlo en su espalda.  A pesar de que no llegaron muy lejos, él estaba satisfecho. Tras esto, él se ofreció a llevarla a ella, acción que realizó casi sin esfuerzo, aunque no fueron muy lejos. A partir de entonces, que él la cargara se volvió casi una tradición en los encuentros de ambos jóvenes. Y él siempre iba un poquito más lejos que el día anterior.

Finalmente, un día, cuando ella se encontraba sobre la espalda de su amigo y éste iba corriendo cuesta abajo, de pronto sus pies dejaron de pisar el suelo. ¡Estaban volando! No muy alto, claro, solo una corta distancia encima del suelo. Esto, curiosamente, no asustó la muchacha que continuó montando todos los días sobre el muchacho, disfrutando el poder volar a una altura segura sobre la superficie. Sin embargo, pronto el joven le pidió a la chica que volaran más alto de lo normal, de manera que pudieran observar toda la pampa. 

A medida que se iban elevando, ella vio con sorpresa como del cuerpo de su amigo se desprendía un imponente par de alas negras con blanco, al tiempo que desaparecían sus brazos. Terminó por ver la transformación de su compañero de juegos en un gran cóndor, que la llevaba a la cueva donde habitaba, en medio de unos nevados. Al entrar a la cueva, la joven, confundida y asustada, se puso a llorar. Le preguntó al cóndor porqué la había llevado a ese lugar. Ante tales palabras, el cóndor le respondió:

- No te asustes, tranquilízate. No quiero hacerte daño. Tú vas a ser mi esposa y viviremos aquí. 

- ¿Tu esposa? ¿Cómo yo puedo ser tu esposa? ¿Cómo puedo ser esposa de un ave como tú? –preguntaba desconsolada la muchacha. - ¿Y qué será de mis papás?

- No te preocupes, tú vas a ser muy feliz aquí. Yo voy a ir a ver a tus papás todos los días y te avisaré cómo están. –La tranquilizó el joven con un tono de voz que, a la vez, ponía fin a la discusión.

Los días pasaban y el cóndor le llevaba comida. Sin embargo, siempre era carne cruda de cordero. La chica se rehusaba a comer, pidiendo que, al menos, la carne estuviera cocida. Ante estos reclamos, el que una vez fuera un apuesto muchacho en traje gris, sólo le respondía que debía acostumbrarse a comer la carne de esa manera, que no tenía más opción.

Entre tanto, y desde el primer momento en el que los padres de la jovencita se dieron cuenta de su desaparición, la buscaban por todas partes, preguntando a cualquier persona con la que se encontraban si tenía aunque sea una vaga idea del paradero de su pequeña. Estos esfuerzos eran inútiles, porque ninguna persona sabía sobre la chica. Eventualmente, la pareja llegó a pensar que la Tierra se había tragado a su hija. Le empezaron a hablar a la Pachamama, aceptando sus supuestos deseos y tratando de encontrar consuelo en que su hijita estaría acompañada para siempre por la Madre Tierra.  Así, le ofrecieron sacrificios a la Pachamama, encomendado el cuerpo de su hija y se olvidaron de la búsqueda, tratando de encontrar paz en sus corazones.

Mientras tanto, en la cueva, algo inusual había acontecido. La muchacha había quedado embarazada del cóndor, dando a luz a varias criaturas. Estas wawas eran muy inusuales: algunas contaban con plumas semejantes a las de su padre y otras no tenían ni una sola, como la madre.   

La pobre cholita no encontraba consuelo, lloraba amargamente en las largas horas en las que el cóndor la dejaba sola para ir a conseguir comida. Una tarde, como cualquier otra, en la que  la muchacha se encontraba hundida en su pesar dentro de la fría cueva, apareció un ave muy similar al cóndor, que se presentó con el nombre de Lorenzo. Esta gran ave se acercó a la cueva debido a la curiosidad que le despertaron los constantes sollozos de la jovencita. Al entrar a la caverna y verla, dijo:

- ¿Por qué lloras? ¿Qué haces tú aquí?

Al tiempo que pronunciaba estas palabras, reconoció a la joven como la chica que todos en el pueblo estaban buscando.  Era la hija de aquellos dos pastores que tan tristes estaban. Sin esperar respuesta, se decidió inmediatamente a volar donde aquella pareja y contarles las noticias. Tras descender de su rápido vuelo desde la montaña donde se encontraba la joven cautiva, se apoyó en la cerca que guardaba a todas las ovejas de la familia y se quedó esperando a alguien con quien pudiera hablar. Pronto, al ver a un ave tan grande cerca de su ganado, la madre se asustó, pensando que las intenciones de Lorenzo eran robar sus ovejas.  No espero más y trató de tirarle piedras con el fin de espantarlo. Sin embargo, Lorenzo no escapó y en medio del caos trató de explicar a gritos lo que quería. Finalmente, logró que la señora se calmara.

- Tu hija está viva –empezó a explicar. 

- ¿Cómo puede estar hablando un ave? Debo estar alucinando -la confundida mujer no entendía que pasaba. 

- No estas alucinando. Yo puedo hablar y sé que tu hija vive. 

- No te creo. ¡Tienes que estar mintiendo! Mi hija no puede estar viva – casi al borde las lágrimas, exclamaba la mujer. 

- No te estoy mintiendo, tu hija sí está viva, está encerrada en las cuevas del cóndor. 

- Si lo que dices es cierto, ¿por qué no vas y la traes de vuelta a casa? Si logras traerla sana y salva, te lo pagaré bien. Te daré un cordero diario para que te alimentes, pero tráeme a mi hija. 

El ave aceptó la oferta y tras calmar a la llorosa mujer, emprendió el vuelo hacia las cuevas del cóndor. Estuvo dos días analizando los movimientos en la cueva. A qué hora salía el cóndor, a qué hora volvía.

Memorizó la rutina que tenía, para, al fin, una mañana en la que el ave salió a conseguir comida, internarse dentro de la cueva. 

- ¡Cholita, cholita! –con un tono de urgencia, despertó a la muchacha. –Súbete rápidamente a mi espalda y te llevaré con tu madre. 

- ¿Y mis hijos? 

- No podemos llevar a tus hijos, mi espalda no podrá soportar tanto peso. No se parecen a ti. No son de tu especie. Habrá que matarlos. 

Uno por uno, lanzándoles piedras hasta la muerte, los hijos de la muchacha y el cóndor fueron falleciendo y fueron enterrados a la rápida en esa misma cueva. Tras esto, la cholita escapó junto a Lorenzo. Al volver a casa, su madre no cabía en sí misma de la alegría y organizó una fiesta para celebrar el regreso de su hija. Aunque, tras ver que a la pobre muchacha le estaban saliendo plumas, resolvió nunca más dejarla sola.

Al retornar el cóndor a la cueva y encontrarse con la escena que lo esperaba, se volvió loco de rabia y no tardó en imaginarse que Lorenzo era el culpable. Rápidamente fue a enfrentarlo.  Sin embargo, Lorenzo había previsto las consecuencias de su intervención y trató de esconderse.

- ¡Lorenzo, Lorenzo! ¡Sal ahora mismo! –gritaba enfurecido el cóndor, buscando al culpable de sus desgracias - ¿Por qué me has robado? ¡Lorenzo, sal ahora mismo que te voy a dejar sin una pluma! 

- ¡Espera, espera! Me estoy poniendo mi calcetín – respondió la tímida voz del ave.  

- ¡¿Ya?¡ -El cóndor se notaba cada vez más impaciente. 

- No, espera, me estoy poniendo mi zapato. 

- ¡Tú no usas zapatos! 

- Claro que uso. Pero ahora espera, me estoy poniendo mi chalina. 

Y así siguió un buen rato más. Mientras el cóndor esperaba a Lorenzo, éste en realidad realizaba un hueco por el cual escaparse, al otro lado del cerro, de forma que el cóndor no lo viera. Cuando Lorenzo estaba a punto de salir, la impaciencia del cóndor pudo más que él y se metió al refugio de Lorenzo, desplumándolo, pluma por pluma. Quedó pelado y mucho más chiquito de lo que solía ser.

Se dice que el pobre Lorenzo nunca logró recuperarse. Cuenta la leyenda que el día de hoy, en la zona de los nevados del lago Titikaka, se pueden ver unos pequeños pájaros parecidos a un picaflor, que surgieron de las plumas que volaron en el viento cuando su ancestro Lorenzo fuera desplumado por aquel cóndor.

--

MALLKUMP TAWAQUMPI

Mä kutixa utjataynawa mä jatha mä sapa wawanikinwa. Ukhamaraki walja uywanakaninwa ukampiw qamaña yanapasipxana. Uka jaqinakaxa qullunakaruw iwija awatiri sarapxiritayna. Phuchapakiwa iwija awatiri qhiparjiritayna ukañkamas tatanakapaxa yaqha yänaka lurapxiritayna. Mäki pachanaka saraqañapatakixa, tawaqux iwij t’arwa jayllt’asisa qapuritäna.

Mä urusti tawaqux qullu pampan yänakap luraskatana mä akatjamat mä waynaw uñstatayna wali suma isita ch’iku tirnumpi, mä janq’u chalampi añuntata. Ukat waynax mayak muyxatatayna imillaru, chuymap lunthataña munana, ukhamaraki waynar munañapataki. Wal arjayana wali jiwakitawa quli panqarita sasin sanwa.

Sinti awjayataj iwij awatir imillax jaysataynawa suma ist’at waynaru. Mä urux sataynaw jan mawjan qunuñatakix iwis uñkatataru atip atpi jalañani sasin sana imillax iyaw sataynaw, aka anatawi sapa kutiw anatapxana ukhamarakiw yakha anatawinak anatapxana, sisnaw qala jaquñanaka imillax wali ch’amampiw anatt’ana ukhamas waynapuniw taqi anatañan atipt’ana.

Ma urux waynax sataynaw pampar jalaqt’añ atipt’asiñani nayaruw qipjarutata satana, aka arsuwirusti tawaqux wali lart’asitayna, sataynaw sinti jach’atawa q’ipjaruñamataki, waynax saskakinwa q’ipxarutay sasa tawaquw iyaw sasa q’ipxarutayna janiw jay q’ipxarkanti ukat waynax k’uchikinwa, ukat waynaw sapakuti q’ipxarutayna ukhamaraki sapa kuti ma juk’ampi jaya aparakitana.

Akatjamat tawaqux waynan jikhanipankaskanuwa, aka waynax aynacharuw jalaqaskana Niya jalaqasinsti k’achat k’achat alturuw makhatjana, tawaqux janiw sustjaskanti kunatix jupatakixa wali sumanwa, ukhamasinxa waynax ma urux mayi juq’amp makhatañani uka patat aka aynacharu sum uñjañani sasina. 

Kunjamas makhatapxanxa, tawaqux wali musphata uñjana kunjamas masipan jañchipat pä ch’iyar janq’unakamp chhiqanaka mistuna, kitt’ata uñxkawirux mallkuruw tukjana ukat mä chinkanaruw apkatana, uka chinkanax mallkun utapanwa chinkanasti khunun taypikanawa, tawaqusti chinkanar mantasinsti wali sustjataw jachana ukat mallkuruw siskt’ana kunats akar apanista aka arsuwirusti mallkux akham sanwa:

- Jan sustjasimti, janiw usuchañ munskmati jumax warmijatawa akan qamjañani sasin satna. 

- ¿warmima? ¿Kamisarak warmimaskasti? ¿Kunjamas jamach’in warmipaskiriskti? 

-Tawaqux sanwa ¿kuns tatajax kamachani? 

- Jan llakisimti, k’uchiw akan jakasita. Nayaw tatanakamaru sapa uru uñjiri sara, ukat awisamax kunjamaskis, sasin sana ukat tawaqux turpa k’uchirasinwa.

Urunakax laqakiw jalaqtana, mallkux sapuruw manq’a apana, ukhamarusa sapa kutiw ch’uqi, iwij aychak aparapina. Tawaqusti janiw manq’añ munkanti inas khatit manq’chispana. Ch’iqu sakun mallkusti sanwa aka aycha manq’añ yatintañamawa janiw yaqha manq’ax utjkaniti sasa. 

Ukha kamasti tawaqun tatapaxa amuyasjanwa phuchapa chhaqatapa ukat taqiwjan taqtapxana maynir maynir jaqinakaru jiskt’asa, aka thaqawix inakinanwa kunatix janiw khitis uñjkanti. Chachawarmi purap sapxanwa laq’ach manq’antxpacha sasa ukat pachamamaru parlapxana taqi chuymampi phuchap jiqiñataki pachamampi chikt’ataskañapataki, ukat mä wajt’a pachamamaru churapxana wawapa kutt’añapataki, ukat armasjaphanwa thaqawitja jupanakax yanasipcanwa suma jakaña.

Ukha kamasti chinqanan jan walt’awinkaskanawa kunatix tawaqux mallkutak usurijanawa, ukat walja wawanijanawa aka wawanakax mayjapxanwa chikatasti tatap kipkaki chhiqanipxanawa yaqhipasti taykaphama jan chhiqani. 

Tawaqusti wali llakitaw jiqhatasina ukhamarak jachak jachana kunatix mallkux sapak jaytjana, jupax manq’a thaqiriw sarana. Mä jayp’ux tawaqux llakt’ataw jiqhatasina uka ch’uch’u chinkanäna, ukat mä jamach’iw nias mallkur uñtat ukaw puritayna Lurinsu sutini, aka jamch’isti thijwapan puritayna chinkanaru tawaqun jachanakap ist’asina. Chinkanar mantasina ukhamarak tawaqur uñjasina sanwa: 

- ¿Kunats jachta? ¿Kuns akan lurta?

Niya arsusinsti Lurinsuxa amuyjanwa uka tawaqur thaqasipkiri markana, iwij awatirin phuchapanwa, jupanakaxa wali llakt’atasipkanwa, jani tawaquna jaysasisina ratuqiw Lurinsux tuyuqanitayna tawaqun tatapar awisiri. Impiñuki qullut tuyuqanisinsti iwij uyur suyt’ana, uka jamach’i uñjasinsti taykapax mulljasinawa, ukhamarakiw amuyanwa iwij lunthataña munpacha aka Lurinsuja sasa. Ukat janiw kunas suyt’kanti ratukiw qalampi jaqtana jaltjañapataki, ukasti Lurinsux janiw jaltkanti awisaña puni munana warmisti amukt’janawa ukat Lurinsux akham sanwa:

- Phuchhamax jakaskiwa sasa . 

- ¿Kamisarak mä jamach’isti parlanisti? Luqhixpachatwa sasa - warmisti q’ala pantjataw jiqhatasina. 

- Janiw amuykistati, nayax parliritwa yatiraktuwa phuchamax jakaskiwa. 

- Janiw yaqsmati ¡q’arisispkpachatawa! Phuchhajax janiw jakkaspati - jacha nayrampi arsuna. 

- Janiw q’arikiti, phuchamax jakaskiwa, mallkun chinkanapankaskiwa. 

- Chiqaspas ukax ¿Ukhamax aptaniraqitay? Jumatix jakaskir puriyanita, ukax sum payllama sapuruw mä iwij churama phuchhajak puriyanim.

Jamach’ix iyaw sanwa, ukat jaltawayjanwa, pä uruw chinkan amuyt’ana kuna pachas mallkux misturi ukhamarak puriri, suma uka yatiqana ukat mä alwax jamach’ix manq’a thaqiruw saratayna ukhakamaw Lurinsux chinkanar mantatayna. 

- ¡Tawaqu, tawaqu! 

- Mä k’acha arumpi sartayatayna, impiñuki jikhanijar makhatanim taykama thiyaru apxama. 

- ¿Wawanakajasti? Tawaqux sana. 

- Janiw wawanakamaru apsnat, jikhanijax janiw sinti jathi aptkiti. Ukhamarus janiw jum kastapkiti jiwayañajiwa. 

Mayat mayata qalamp jaqtasina Mallkun wawanakaparu jiwayapxi. Ukhamarak imantjapxanwa pachpa chinkanaru. Ukat tawaqux Lurinsumpiw sarxjana, utaparu kutjasinsti taykapax wali k’uchikinwa ukat mä phunchawi phuchhapataki luri, ukhamax taykax wawapar chhiqan uñjasa, janiw mayampis sapa jaytkamati sanwa.

Mallkux utarpar kut’asinxa jan walinaka uñjasinxa luqhiptaskanwa ukhamraki wali kulirana, ukat amuyasxanwa Lurinsun juchapaw sasina. Laqakiw thaqir sarana Lurinsusti imantasinwa. 

- ¡Lurinsu Lurinsu! ¡mistunim! Kulirata arch’ukisinwa, juchaniru thaqasina ¿kunats lunthatista? ¡Lurinsu, mistunim jani mä chhiqa jaytjama! Sasin si. 

- ¡Suyt’itay, suyt’itay! P’ullqu uskusiskta - k’achat arsunina sanxa. 

- ¡¿Yastati?! Mallkusti wali kuliratanwa.

- Janiwa, mä juq’amp suyt’akita wiskhu uskusiskta. 

- ¡Jumax janiw wiskhu apnaqtati! Mallkux sanwa. 

- Apnaqtuwa, suyt’akitay chalampiw uchjasikkta. 

Ukhama saskakinwa, mallkusti Lurinsur suyaskanwa ukhakamax Lurinsux piyaskanwa misthuñataki jani mallkumpi uñjayasiñataki, niya Lurinsux t’ijtañjamajanawa, ukata mallkuxa janiw mä juk’ampis suyt’aña munjanti ukat Lurinsun utaparuw mantantäna ukat pila pil puniw Lurinsur chhiqap pilsutayna ina q’alakiw Lurinsux uñjasi ukhamarus jisq’akiw tukjana. 

Sapxiwa janiw Lurinsux walirañ atkanti. Siw sawipan siwa jichha pachanakax Titikaka khunu qulluna uñjasiwa jisq’a jamach’inaka lulir uñtata, akanakax yuritana Lurinsut phuyunakapata khitirus piltapxi.

Autora: Lidia Gutiérrez

Cuentos del Lago Titikaka: una recopilación de cuentos, mitos y leyendas, BRIDGE enlace de para Descargar

ANEXO: Documento (.pdf) para descargar:

COMENTARIOS

Nombre

AYMARA,44,ECONOMIA,52,GUERRILLAS,12,HUMOR,1,INDIANISMO,48,INDIGENISMO,30,INGENIERIA,3,INTERNACIONAL,6,JUVENTUD,8,KATARISMO,65,LIBRO,6,MADE,1,MAS,9,OPINION,18,PELICULA,2,POLITICA,113,PONCHOS ROJOS,24,RACISMO,14,REBELION INDIGENA,6,SOCIAL,56,UNIVERSIDAD,44,
ltr
item
El Condor TK: MALLKUMP TAWAQUMPI - EL CÓNDOR Y LA JOVEN
MALLKUMP TAWAQUMPI - EL CÓNDOR Y LA JOVEN
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBft4EFRQAnw3NNTWGxhDdH3qAFNDKOuyxcCapISd1vVOnv72XC61oAkNguQHCduw96ZCOkFRS5Uy4ubkRAO8kzsaCOta0uzpDexh77GBzxGQlluN8k1tNWdGtdrSdAgplgorxQDEAmE/s16000/Cuentos_del_Lago_Titikaka_ElCondor.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBft4EFRQAnw3NNTWGxhDdH3qAFNDKOuyxcCapISd1vVOnv72XC61oAkNguQHCduw96ZCOkFRS5Uy4ubkRAO8kzsaCOta0uzpDexh77GBzxGQlluN8k1tNWdGtdrSdAgplgorxQDEAmE/s72-c/Cuentos_del_Lago_Titikaka_ElCondor.jpg
El Condor TK
https://elcondortk.blogspot.com/2021/02/mallkump-tawaqumpi-el-condor-y-la-joven.html
https://elcondortk.blogspot.com/
https://elcondortk.blogspot.com/
https://elcondortk.blogspot.com/2021/02/mallkump-tawaqumpi-el-condor-y-la-joven.html
true
2146612337677197535
UTF-8
Cargar todo No existe VER TODO Leer mas Replica Cancelar Borrar Por Portada PAGINAS POSTS Ver todo RELACIONADO BUSCADO ARCHIVO BUSCAR TODOS No se encontró ninguna publicación Portada Domingo Lunes Martes Miercoles Jueves Viernes Sabado Dom Lun Mar Mie Jue Vie Sab Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic ahora hace 1 minuto hace $$1$$ minutos hace 1 hora hace $$1$$ horas Ayer hace $$1$$ dias hace $$1$$ semanas hace mas 5 semanas Seguidores Sequir THIS PREMIUM CONTENT IS LOCKED STEP 1: Share to a social network STEP 2: Click the link on your social network Copiar Codigo Seleccionar Codigo Codigo copiado Can not copy the codes / texts, please press [CTRL]+[C] (or CMD+C with Mac) to copy