(*) Clemente Ramos
El Katarismo como movimiento polÃtico militar tiene sus fuentes principales en Chayanta, PotosÃ, en la provincia Aroma y en Tangasuca en el Cuzco. En PotosÃ, con Tomás o Dámaso Katari; en Ayo Ayo, provincia Aroma de La Paz, con Julián Apaza Nina y en el Cuzco con José Gabriel Condorcanqui, respectivamente en el transcurso de 1780 a 1783. Estas luchas se proyectan hasta nuestros dÃas. Esos movimientos polÃticos militares si bien tenÃan el control social geográfico, carecÃan del poder de la tecnologÃa militar moderna y sobre todo del poder económico y, por supuesto, no tenÃan un verdadero apoyo internacional.
El
Posteriormente, este mismo proceso Katarista Indianista se reaviva con el advenimiento de nuevos lÃderes, de nuevos caudillos indÃgenas del altiplano y de los valles del paÃs, quienes entabla también relaciones y pactos con el entonces presidente Gualberto Villarroel. Será este presidente y estos lÃderes indÃgenas quienes convocarán al Primer Congreso Indigenal.
Como podemos apreciar se dan varias fases, ciclos o tiempos del proceso Katarista Indianista en este paÃs, lo que nos demuestra que estos movimientos sociales y militares siempre estaban presentes en el proceso histórico nacional, muchas veces con mayor o menor impacto.
Y no es tampoco una mentira que el proceso revolucionario del 9 de abril de 1952 tuvo como protagonistas principales a los movimientos indÃgenas Kataristas Indianistas, los que formaron un poder polÃtico-militar paralelo al poder militar tradicional, llegando incluso a derrotar a las Fuerzas Armadas y a la clausura del Colegio Militar en Bolivia. No se puede afirmar que la clase media y los mineros fueron las fuerzas preponderantes para el éxito de la revolución del 52, sino que lo fueron las fuerzas y organizaciones campesinas como Kataristas Indianistas organizadas en milicias armadas campesinas, organizadas como vanguardia y defensa de la revolución de 1952. Si bien es cierto que no contaba esa vanguardia indÃgena con dirigentes preparados intelectualmente, sà es evidente que estaban presentes con el pensamiento de un nuevo Estado que reivindique el derecho y libertad para los más desposeÃdos y excluidos de entonces.
En ese entonces el Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR, usó y abusó del poder de las milicias campesinas; las manipuló e instrumentalizó solamente con fines de defensa del partido único de entonces. Después del ocaso del MNR y luego de una larga fase de dictaduras, nuevamente el campesinado del altiplano y valles fueron utilizados a través del Pacto Militar Campesino con el general Barrientos y los sucesivos gobiernos militares.
Ya en los años 70 resurge el Movimiento Katarista Indianista con jóvenes lÃderes formados intelectualmente. Aquà entramos al segundo punto del tema de hoy, el por qué el movimiento Katarista Indianista no logró alcanzar el poder polÃtico y cuáles fueron sus logros y sus errores. Podemos mencionar primeramente los logros o actos politicos sociales del Katarismo Indianismo que realizó de los años 70, 80, al 2003, mencionando claramente que un logro polÃtico fue el resurgimiento del Movimiento Katarista Indianista, aunque con visiones y prospecciones divergentes entre el Katarismo y el Indianismo.
El Katarismo surgió paralelamente al Indianismo, el primero con una visión de fundar un nuevo Estado Nacional o más una especie de “nacionalización del Estado Nacional” en favor de las mayorÃas nacionales. El indianismo nació con tendencia a la reconstrucción del Tawantinsuyo y del Qollasuyo y al reconocimiento de los signos y de los sÃmbolos, los valores ancestrales. La influencia del katarismo primero y luego del indianismo tuvo como uno de sus logros más importantes la refundación del movimiento sindical campesino en Bolivia, a través de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, CSUTCB, con dos brazos activos: en lo polÃtico el Movimiento Revolucionario Tupak Katari, MRTK, y en lo económico la Coorporación Agropecuaria Campesina, CORACA, organizada a nivel nacional.
En la lucha polÃtico militar los kataristas Indianistas fuimos principales protagonistas de la derrota y la destrucción del pacto militar campesino que manipulaba a los movimientos sindicales y rurales; de la expulsión del denominado Cuerpo de Paz manipulado y organizado por la embajada Norte Americana; del levantamiento del monumento a Julián Apaza, Tupac Katari, como justa reivindicación a un lÃder tradicional; del pacto suscrito entre el Katarismo y la Unión Democrática Popular, UDP, de Hernán Siles Suazo y la lucha conjunta con los partidos politicos de izquierda por el rescate y la vigencia de la democracia en Bolivia y, finalmente, de la derrota de la dictadura militar Banzerista a través de tres elecciones democráticas consecutivas.
Los errores cometidos durante este último proceso entre Kataristas e Indianistas lo podemos tipificar como el no entendimiento y la ausencia de unidad de lucha entre esas dos sensibilidades del mundo indÃgena, ocasionadas por divergencias más de liderato que de ideologÃa, lo que ha perjudicado el avance y la consolidación de estos dos movimientos. Otro error fue el de no haber hecho organizar y funcionar adecuadamente en los diferentes departamentos del paÃs nuestra organización económica denominada CORACA, porque habÃa un boicot interno desde el mismo gobierno y a través de los partidos polÃticos de izquierda. Asà mismo, la división al interior de la confederación sindical campesina, propugnada también por los partidos polÃticos y por último tal vez nuestro mayor error ha sido no organizar una escuela polÃtica de formación sindical.
La proyección polÃtica ideológica del Katarismo Indianismo es todavÃa viable, en el entendido de que la polÃtica es dinámica. Es posible que estos dos movimientos tengan proyección polÃtica ideológica a través de un movimiento de unidad que permita organizar tácticas y estrategias de luchas en el logro de una proyección polÃtica inmediata. Lo inmediato se refiere a estructurar una fuerte organización polÃtica, sindical, ideológica y militar.
El cuarto punto tal vez vamos a resumirlo: el MAS no tiene ni capacidad ni potencialidad de representar a los objetivos históricos del movimiento Katarista Indianista, porque nunca luchó junto a ellos. Es más, los confrontó en diferentes instancias. El MAS en el actual gobierno practica la misma polÃtica neoliberal que tanto criticó, y afirmamos lo dicho porque actualmente la base económica y polÃtica neoliberal no sufrió ningún cambio: el Decreto Supremo 21060 está vivito y coleando, gozando de buena salud. El MAS terminará su gestión como terminó el MNR en sus diferentes gobiernos y el pueblo continuará como hoy: esperando otros momentos de crisis polÃtica y económica que nos lleve a un verdadero proceso revolucionario de profundos cambios y transformaciones de un Estado neoliberal a un nuevo Estado Katarista Indianista, sin racismos ni confrontaciones estériles.
(*)Fundador del Movimiento Revolucionario Tupak Katari, MRTK y de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, CSUTCB, junto a Jenaro Flores impulsor de la lucha contra el pacto militar campesino.
Fuente: Extracción parcial
PUKARA, “Historia, coyuntura y descolonización. Katarismo e indianismo en el proceso polÃtico del MAS en Bolivia”, Editorial Pukara, Edición electrónica 2010. http://www.periodicopukara.com/ Documento completo en: http://periodicopukara.com/archivos/historia-coyuntura-y-descolonizacion.pdf
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